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Un caso frecuente de los que acuden a los centros de fertilidad es el de la mujer mayor de 40 años que todavía no ha sido madre. Es aquella que a lo largo de su vida ha ido posponiendo la maternidad y ahora se encuentra que no puede tener hijos de forma natural.

A estas mujeres se les atribuye el Síndrome de Penélope. Son mujeres que han pasado muchos años esperando encontrar la pareja ideal, un trabajo estable, una vivienda, etc. y con 40 años ya cumplidos aún no han encontrado el momento para tener hijos. Se calcula que en España 3 de cada 10 mujeres sufren el Síndrome de Penélope.

La Penélope de la Odisea se pasó la vida esperando el regreso de su esposo, Ulises, de la guerra de Troya. Pues de aquí viene el nombre, ya que para las mujeres con el Síndrome de Penélope la vida va pasando mientras esperan un proyecto, en este caso la maternidad, que se va posponiendo constantemente.

De hecho, algunas de estas mujeres acuden a la clínica de fertilidad para esperar todavía más y por eso quieren vitrificar sus óvulos, pero en la mayoría de los casos los centros descartan esta opción.

Y es que la edad de ser madres va aumentando con el tiempo. En España, de media, las mujeres tienen un hijo a los 31,5 y aquellas que consultan sobre cuestiones de fertilidad tienen 37,8 años. Algunas todavía no tienen pareja y quieren ser madres de todas formas, por eso acuden a los centros de reproducción asistida.

Aquí no hay un límite de edad para inseminar a una mujer, pero los centros de fertilidad han establecido un tope de 50 años, ya que a mayor edad, mayor es el riesgo de sufrir hipertensión y partos prematuros.