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Cuando llega el momento de recurrir a los profesionales médicos y someterse a un tratamiento de reproducción asistida, la persona o la pareja con problemas de fertilidad tiene dilemas a la hora de decidir a qué centro acudir. Los especialistas proponen algunos factores a tener en cuenta para acabar de decidirse.

Lo que normalmente se contempla primero es la proximidad, la profesionalidad y, sobretodo, el precio. Hay que tener en cuenta que en España hay 180 clínicas privadas y sólo 37 unidades en la sanidad pública. Debido a esta inequidad, pocas personas consiguen que el tratamiento les salga gratis y muchas parejas optan por acudir a un centro privado de reproducción asistida.

Pero entonces aparece la dificultad de escoger una clínica u otra, y es que de entrada no hay ninguna forma objetiva de compararlas. Por ese motivo la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) puso en marcha en su página web un registro voluntario de los resultados de cada centro. Los que quieran aparecer en la lista se registran voluntariamente, pero muchos especialistas creen que no tiene que ser la principal fuente de información y no se registran, de modo que el listado cuenta sólo con una parte de las clínicas españolas.

Roberto Matorras, editor del Libro Blanco de la Infertilidad y especialista en el Hospital de Cruces de Bilbao y en el IVI de la misma ciudad, señala que cuando se decidió hacer este registro «hubo mucha polémica, porque parecía que se trataba de algo parecido a la liga de fútbol, que había que decidir quién era el primero y quién el segundo». Matorras indica que hay muchos factores que pueden influir en los resultados de éxito mostrados, por ejemplo, que a un centro de excelencia acudan casos muy difíciles que empeoren sus resultados o, simplemente, que hagan más tratamientos que otros. «No es lo mismo tener un 50% de éxito con dos pacientes que con 1.000».

Miguel Dolz, director del centro FIV Valencia, tampoco cree que este registro sea una herramienta a tener en cuenta a la hora de escoger un centro. Dolz cree que hay que pedir en cada centro qué ofrece: «En primer lugar, que se trate de un centro reconocido oficialmente, algo que se presupone; en segundo, que disponga de todos los tratamientos de reproducción asistida, desde la inseminación artificial hasta la vitrificación de ovocitos y, por supuesto, hay que mirar los resultados, la tasa de gestaciones que llegan a término». Los pacientes también pueden fijarse en si la clínica tiene el certificado ISO 9001 y si pertenece al programa de Sanidad Excelente Privada.

En cambio, Antonio Gosálvez, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirón de Madrid, sí considera que el registro de la SEF indica los resultados de eficacia que se pueden esperar de un centro. Esto puede ser de gran ayuda para las parejas que buscan clínica de reproducción asistida. Gosálvez remarca también que el parámetro más importante es la tasa de embarazo a término.

Por su parte, Carmen Calatayud, presidenta de la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida (ANACER), afirma que «aunque no hay centros malísimos, sí los hay con más y menos recursos», un dato en el que los pacientes deberían fijarse.

El jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción del Institut Universitari Dexeus, Buenaventura Coroleu, cree que, además de «posibilidades de embarazo correctas (aproximadamente el 40% en casos de FIV y un 60% cuando se utiliza donación de ovocitos)», hay que asegurarse de que el centro tenga una baja incidencia de embarazo múltiple. «La calidad del centro la marca el evitar las complicaciones de las técnicas, y el embarazo múltiple es una de las más importantes», resalta.

Para Coroleu, además, una buena clínica tiene que disponer de una Unidad de Andrología Especializada, «ya que un porcentaje importante de los casos son por factor masculino», ofrecer a la mujer estudios de fallo de implantación y disponer de todas las técnicas de reproducción asistida.

Matorras coincide en que actualmente el porcentaje de gestaciones únicas es el principal indicador de calidad de un centro y cree que un centro con un gran volumen asistencial ofrece más garantías. «Hay que fijarse en los recursos tecnológicos, la innovación, el número de profesionales, etc.».

Otro factor a tener muy en cuenta es la relación con el médico. La parte emocional y psicológica de los tratamientos de reproducción asistida es muy importante y es fundamental que paciente y médico tengan una buena relación. En este sentido, Gosálvez apunta que «no existe el centro perfecto, pero sí hay diferencias entre unos y otros».

Carmen Calatayud afirma que «la primera visita es crucial: si uno no se siente a gusto en ésta, debe buscar otro centro». La especialista cree que para buscar un centro hay que fiarse del boca-oreja y seguir los consejos del ginecólogo de la paciente, que también le puede indicar un centro u otro. Calatayud indica también que mirar las páginas web de los centros puede ser «un buen primer filtro».

Según Dolz, lo importante es ponerse en contacto con el especialista y valorar si contesta rápido y de forma personalizada. También aconseja visitar dos o tres centros para poder comparar.

Per último, Matorras también afirma que tener una buena relación con el médico es fundamental, pero añade otro factor a tener en cuenta: la proximidad física. «No tiene sentido irse a 500 kilómetros buscando excelencia, si tienes un centro con resultados correctos al lado de tu casa», concluye.