Un amplio estudio de población realizado por investigadores daneses en el cual han participado 98.737 mujeres, indica que aquellas que no pudieron tener un hijo después de la primera investigación de fertilidad, tuvieron un 18% más de riesgo de ser hospitalizadas por trastornos mentales en comparación con las mujeres que tuvieron por lo menos un hijo.
Los resultados del estudio demostraron que, con un promedio de tiempo de seguimiento de 12,6 años, el 54% de las 98.737 mujeres tuvo un hijo. Casi 5.000 mujeres fueron hospitalizadas por un trastorno psiquiátrico, siendo el diagnóstico más común “la ansiedad, los trastornos de adaptación y el trastorno obsesivo compulsivo”, seguidos de “trastornos afectivos como la depresión”.
Sin embargo, aquellas mujeres que no tuvieron hijos después de su primer estudio de fertilidad, tuvieron un 18% más de riesgo de ser hospitalizadas por trastornos mentales en comparación con las mujeres que llegaron a tener un hijo. El riesgo era también significativamente más alto por el abuso de alcohol o otras sustancias (103%), esquizofrenia (47%) y otros trastornos mentales (43%). El estudio también mostró que la falta de hijos aumenta el riesgo de desajustes en la alimentación en un 47% de los casos.
De todos modos, el efecto más frecuente en la totalidad de las mujeres investigadas (ansiedad y trastornos obsesivo-compulsivos) no se vio afectado en función del estado de fertilidad.
En base a los resultados presentados, la Dra Baldur-Felskov afirma que “las mujeres que se quedaron sin hijos después de la evaluación de fertilidad tuvieron un 18% más de riesgo de sufrir trastornos mentales que las mujeres que tuvieron al menos un bebé. Estos riesgos eran más evidentes en los casos de abuso de alcohol y otras sustancias, la esquizofrenia y los desajustes alimentarios, aunque salió más bajo en los casos de trastornos afectivos, incluida la depresión”.
“Los resultados sugieren que la falta de éxito después de presentarse a la evaluación de fertilidad puede ser un modificador de riesgo importante para trastornos psiquiátricos. Esto añade un componente importante para la orientación de las mujeres evaluadas y tratadas para la infertilidad. Los especialistas y otro personal de salud que trabaja con pacientes infértiles también debe ser sensible a los posibles trastornos psicológicos entre este grupo de pacientes”.
Deja tu comentario