La Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Victoria Eugenia (Bionac) supera la tasa de éxito media nacional. Los crecientes problemas de fertilidad, que afectan al 15% de la población en edad reproductiva, suponen un desafío científico y médico de primer orden.
Desde 2009 Sevilla cuenta con un nuevo centro dedicado a la reproducción asistida, Bionac, que forma parte del Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja, ubicado en la Ronda de Capuchinos, donde la tasa de éxito (64%) de embarazos supera a la media nacional (40%) cifrada por la Sociedad Española de Fertilidad.
A través del modelo estadounidense, que está basado en estudios individualizados de cada paciente, los fundadores de Bionac, los doctores José Navarro Pando y Marco Toshi, realizan un seguimiento diario de cada embrión y de cada mujer para alcanzar la meta, la gestación. «Cada caso es único. Nosotros adaptamos la tecnología y los tratamientos a cada paciente. Es una manera artesana de trabajar para lograr la mayor probabilidad de embarazo», explica el doctor Navarro, especialista en Ginecología.
Durante las primeras fases de los tratamientos, las mujeres que ansían ser madres son sometidas a estudios diarios que incluyen análisis y ecografía, así como la revisión de su tratamiento.
De manera paralela, el doctor Marco Toshi observa y estudia la evolución del embrión para detectar cuándo está preparado y decidir sobre el momento idóneo para su implantación. «Se trata de hacer un traje a medida para el embrión», puntualiza el doctor Navarro. Para ello el equipo de Bionac, que está integrado por 25 especialistas, está preparado para transferir el embrión durante las 24 horas, todos los días del año. «A primera hora, en torno a las cinco de la mañana, el doctor Toshi observa los embriones. Cuando están preparados, coincidiendo también con el momento idóneo del útero, se realiza la intervención. Puede ser un domingo, un lunes o de madrugada. Somos nosotros los que nos adaptamos», añade.
En todo el proceso, la tecnología y la superespecialización del personal son clave en esta filosofía de trabajo que aspira a lograr la mayor calidad posible de cada tratamiento. Bionac, de este modo, tiene un límite asistencial en número de pacientes para asegurar la dedicación que requiere cada caso. Desde que atendió a la primera paciente, hace cuatro años, este centro de reproducción asistida ha registrado 1.500 ciclos.
La edad de la paciente es fundamental en las probabilidades de lograr el embarazo, y a medida que aumenta las posibilidades disminuyen. De este modo, en mujeres hasta los 34 años, la tasa de éxito de los tratamientos es del 74%; entre los 35 y los 38 años, es del 64%; entre los 39 y 40, del 59%; y entre los 41 y los 42, del 37%.
Los tratamientos más frecuentes son la Fecundación in Vitro (FIV) y la microinyección espermática (ICSI). En la fecundación in vitro se ponen en contacto los gametos masculinos (espermatozoides) y los femeninos (ovocitos) para lograr la fecundación y el desarrollo embrionario inicial fuera del organismo de la mujer. Para ello las condiciones del laboratorio tienen que ser óptimas, ya que se trata de material biológico muy frágil, de ahí el papel de la tecnología de última generación, que trata de simular el vientre de la mujer. La microinyección espermática es una variedad de la anterior y consiste en intervenir aún más activamente en el proceso introduciendo un espermatozoide en el interior de cada ovocito.
Junto al trabajo asistencial, el equipo de Bionac tiene abiertas distintas líneas de investigación encaminadas a mejorar las técnicas actuales para superar las tasas de éxito conseguidas. Concretamente investigan en perfeccionar tres tratamientos: en mejorar la criopreservación de ovocitos para aumentar su supervivencia; perfeccionar las técnicas para aumentar la fertilidad a partir de los 40; y buscar soluciones a la endometriosis, una enfermedad ginecológica común y causa de infertilidad.
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