Cada vez son más las mujeres sin pareja que acuden a centros de reproducción asistida para poder ser madres en solitario. La Clínica IVI-Sevilla ha detectado un incremento del 52% en 2011 respecto al año anterior.
Para una mujer, a medida que pasan los años aumenta el riesgo de agotar la fertilidad. Hoy en día, debido a las circunstancias laborales y sociales, se va retrasando la maternidad. Por ese motivo cada vez más mujeres tienen que recurrir a técnicas de reproducción asistida para poder tener un hijo. De entre ellas, han incrementado los casos de madres solteras. Hay mujeres que quieren ser madres pero no tienen pareja estable. Saben que al acercarse a los 40 la calidad de sus óvulos se va deteriorando y con ello disminuyen las posibilidades de embarazarse de forma natural. Para evitar llegar a esas circunstancias, muchas mujeres deciden acudir a un centro privado de fecundación.
La Clínica IVI-Sevilla registró durante el 2011 un total de 116 mujeres sin pareja en busca de tratamientos de inseminación artificial para tener un hijo. Esta cifra supone un aumento del 52% respecto al 2010. Según el doctor Manuel Fernández, director de IVI Sevilla, «el perfil de esta paciente es el de una mujer realizada, independiente, con 36 o 38 años, con un gran apoyo de su familia y que no quiere perder la oportunidad de ser madre al ver que su fertilidad se agota y la pareja no llega». En los últimos diez años, desde que abrió la clínica sevillana en 2001, más de 400 mujeres solteras han podido concebir un bebé a través de una inseminación artificial con semen de donante (la mayoría de ellos estudiantes universitarios de entre 19 y 23 años). Las pacientes que acuden a esta clínica IVI son sobretodo mujeres de Andalucía Occidental, pero también vienen algunas de otros países, principalmente de Portugal.
En IVI-Sevilla el 30% de los tratamientos se desarrollan con óvulos de donantes ya sea en casos de mujeres que han superado la edad fértil o en casos de menopausia precoz. En 2011, esta clínica realizó 1.612 procedimientos de reproducción asistida, tres más que en 2010, y la edad media de las pacientes fue de 38 años. A pesar de la actual crisis, el número de pacientes que recurre a la reproducción asistida permanece como en años anteriores. «Muchas parejas con dificultades para tener hijos optan por esta vía y la incluyen en el presupuesto familiar como algo prioritario. Ser padres tiene un componente profundo y emocional«, explican fuentes del Grupo IVI, una firma que cuenta con 22 clínicas en ocho países.
El director de IVI-Sevilla explica que hasta los 44 años el tratamiento principal en reproducción asistida se centra en lograr el embarazo a través de los ovocitos propios de la mujer, mediante un procedimiento cuya tasa de embarazo es del 52%. «A partir de los 45 años, los problemas son mucho mayores y se suele optar por ovocitos de donantes. Esta técnica da a la mujer un 60% de posibilidades de ser madre por cada intento», añade el doctor Fernández. Otra de las opciones se centra en la preservación de la fertilidad mediante la vitrificación. «En 2011, 12 mujeres sevillanas menores de 35 años vitrificaron sus óvulos con el deseo de ser madres más adelante con la calidad ovocitaria del día en que decidieron congelar sus gametos».
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