Entre el trabajo, los viajes y el ocio, cada vez nos ponemos más tarde a pensar en tener hijos. Pero el cuerpo sigue siendo el mismo y con el paso de los años la fertilidad tanto de la mujer como del hombre va a la baja. Así pues, si cuando queremos ser padres ya nos acercamos a los cuarenta, podemos tener problemas. Es entonces cuando necesitamos recurrir a la medicina reproductiva.
Según Luis Martínez, jefe de Reproducción Asistida del hospital Virgen de las Nieves, «las tasas de infertilidad se han mantenido a lo largo de los años prácticamente igual, lo que ha cambiado es la edad media para tener el primer hijo, que se sitúa en los 31 años en las españolas». En este hospital cada año se realizan 700 ciclos de Fecundación in Vitro (FIV), 350 inseminaciones artificiales y 300 transferencias de embriones congelados.
Además, se trata del único centro público en Andalucía donde las mujeres pueden donar óvulos que se emplearan para llevar a cabo la reproducción asistida en aquellas pacientes que no pueden utilizar los suyos, por ejemplo, por que no son de suficiente calidad.
La preservación de la fertilidad femenina es otra técnica que solo se realiza en Granada. «Hemos abordado 44 casos en tres años y consiste en congelar los óvulos a mujeres con cáncer para que, una vez terminada la quimioterapia y el tratamiento del tumor, puedan ser madres si lo desean» explica Martínez, quien ilustra que la mayoría de las afectadas padecen cáncer de mama.
Por otro lado, la medicina reproductiva también es una opción para que las parejas en que uno de los miembros tiene una enfermedad infecciosa (VIH o hepatitis B y C) puedan ser padres sin contagio alguno ni entre ellos ni hacia el bebé. En el hospital Virgen de las Nieves 234 parejas con este problema han podido tener un hijo sano. José Antonio Castilla, responsable del laboratorio explica que estas personas infecciosas están muy normalizadas. «Hemofílicos, por ejemplo, contagiados en una transfusión», dice.
La cartera de servicios andaluza es la más completa de España, pero lleva debatiéndose hace varios meses en Madrid la igualación a nivel nacional, lo que podría suponer que, por ejemplo, se dejaran de realizar inseminaciones a madres solteras. «Eso no tiene sentido porque son muy pocas del total y además se quedan embarazadas con mucha facilidad», defiende Martínez.
Otro tema importante son las listas de espera para recibir los tratamientos en la seguridad social. Con la crisis ha aumentado un 40% el número de parejas que acuden a la clínicas públicas derivados por el médico de cabecera. Hasta hace poco, el 80% del total de los tratamientos se realizaban en centros privados, pero ahora la gente ya no tiene tanto dinero. Así pues, aumentan las listas de espera y a su vez hacen falta donantes de óvulos y esperma.
Deja tu comentario