La cartera común básica de servicios que está definiendo el Ministerio de Sanidad los reserva solo para «parejas integradas por un hombre y una mujer» y siempre que haya problemas de fertilidad.
Con este documento, el Ministerio que dirige Ana Mato ha decidido excluir a las mujeres solas y a las lesbianas del acceso gratuito a las técnicas de reproducción asistida. También quedan excluidas las parejas que se hayan sometido a la esterilización voluntaria, ligadura de trompas o vasectomía.
En el mes de octubre del año pasado cuando la Cadena SER adelantó lo que entonces era una propuesta de los expertos que ahora se oficializa, un portavoz del Ministerio de Sanidad había negado que se fuera a revisar la cartera en reproducción asistida con criterios ideológicos. Aseguraba que respondería a criterios médicos y al éxito de los tratamientos. Nueve meses después sobre el papel quedan excluidas de la financiación pública estas mujeres y en práctica los nuevos modelos de familia.
En la reunión del martes de la Ministra Mato con las Comunidades Autónomas, también se aprobará la inclusión de ciertas pruebas de cribado de cáncer: las pruebas de detección para prevenir el cáncer de mama, el de cuello de útero y el de colon. El cribado de otros tipos de cáncer queda supeditado a que en un futuro se demuestre científicamente que las pruebas produzcan un beneficio que compense los efectos adversos que podrían suponer.
En Sanidad aseguran que detrás de esta acotación no hay motivos ideológicos y que la medida se toma para “priorizar”, y afirman que “Se atenderá estrictamente a criterios terapéuticos y preventivos”.
La normativa actual establece —a través de un Real Decreto de 2006— que la sanidad pública solo financia esta prestación cuando haya un diagnóstico de esterilidad o una “indicación clínica establecida”. Es por esta vía por la que algunas comunidades como Andalucía y Madrid (en determinados centros hospitalarios), Baleares o País Vasco cubrían a las mujeres solas o a las lesbianas; que quizá no fueran estériles pero que no podían engendrar una el hijo de la otra. En otras regiones, donde la Administración se aferraba textualmente a la necesidad de que hubiera ese diagnóstico de esterilidad, lo tenían difícil para someterse a estos tratamientos.
Las comunidades que quieran ofrecer esta prestación a mujeres solas o lesbianas —fuera de los criterios establecidos por la nueva cartera básica de servicios— podrán seguir haciéndolo; pero sólo si demuestran que tendrán presupuesto suficiente para hacerlo. Algo que con la coyuntura económica actual es cuando menos complicado.
Hace ya tiempo que en Cataluña esta esa ley, por esa razón me gaste la pasta en tener a mi hija. Entiendo que por la crisis hagan recortes, pero sin discriminaciones…