Cada vez más pacientes oncológicos deciden conservar sus gametos para utilizarlos una vez superada su enfermedad. Es más, el saber que disponen de este seguro de fertilidad les da fuerzas para afrontar la situación y superarla con la ilusión de poder ser padres más adelante.
Hoy en día la reproducción asistida ofrece muchas opciones para lograr el embarazo: las mujeres pueden preservar su capacidad reproductiva mediante la vitrificación de ovocitos, que permitirá conservarlos el tiempo que sea necesario para transferirlos posteriormente con la misma calidad con la que fueron preservados.
En la actualidad, 1 de cada 8 mujeres padecen cáncer de mama, el tumor más frecuente en la mujer y primera causa de muerte por cáncer en mujeres europeas. Desde 2007 más de 350 mujeres han vitrificado sus óvulos en alguna clínica IVI de España. Según el doctor Muñoz, «de ellas, casi una decena han logrado ser madres después de superar su enfermedad a través de un tratamiento de reproducción asistida».
Un estudio publicado por IVI muestra que de media las pacientes con cáncer producen casi dos ovocitos menos que las pacientes sanas que precisan de una Fecundación in Vitro (FIV), lo cual podría asociarse a la presencia de la mutación en el gen BRCA1, propio del cáncer. El efecto de la estimulación ovárica sobre las células tumorales es prácticamente nulo.
El doctor Muñoz explica que en IVI tratan de evitar que la estimulación de la paciente para extraerle los ovocitos a vitrificar altere de forma negativa su pronóstico. Añade que «de hecho, las células cancerígenas incluso parecen remitir en su crecimiento cuando se exponen a las gonadotropinas, es decir, las hormonas implicadas en el proceso reproductivo y en este caso relacionadas con la ovulación. A la vista de los resultados antes mencionados podemos concluir que la estimulación ovárica en mujeres con cáncer es un procedimiento seguro y con grandes perspectivas de futuro».
Además de la vitrificación de óvulos y la congelación de tejido ovárico, el trasplante de útero se perfila como una opción viable para aquellas mujeres que desean ser madres biológicas y no disponen de útero propio. Según el doctor César Díaz, del Hospital Universitario La Fe de Valencia, es una alternativa para aquellas mujeres con esterilidad de origen uterino, una de las pocas causas que actualmente, y pese a los avances en medicina reproductiva, carece de tratamiento específico para lograr el embarazo.
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