Josep Oliveras
Josep Oliveras.
Biólogo especialista en técnicas de reproducción humana asistida.

Un grupo de investigadores chinos ha confirmado que han conseguido modificar genéticamente embriones humanos para convertirlos en resistentes al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del SIDA.

Los investigadores de la Universidad médica de Guanzhou, liderador por el Dr Fan Yong, han modificado un gen utilizando la técnica conocida como CRISPR-Cas9, según el artículo publicado el pasado 6 de Abril en la revista científica Journal of Assisted Reproduction and Genetics.

Los embriones utilizados para el estudio, que contó con la aprobación del Comité de ética del hospital en el que se llevó a cabo, habían sido descartados por no ser viables para tratamientos de fertilidad y fueron destruidos a los tres días de desarrollo.

La eficacia de la técnica fue baja, al conseguir modificar correctamente sólo cuatro de los 26 embriones utilizados. Sin embargo, se trata de la primera ocasión en la que mediante la mencionada técnica CRISPR se logra introducir una modificación genética concreta.

Liderazgo chino en manipulación genética

Este es el segundo grupo chino que lleva a cabo con éxito modificaciones genéticas en embriones humanos, después de que en Abril de 2015 otro grupo de investigadores chinos fuese el primero en lograr la manipulación genética de embriones humanos por primera vez. En esa ocasión, el grupo liderado por el Dr Junjiu Huang de la Universidad de Zhongshan, también ubicada en Guanzhou, reportó el uso de la misma técnica para modificar embriones sobrantes de una clínica de fertilidad, aunque en esa ocasión la modificación no fue sobre un gen concreto.

Una técnica revolucionaria, pero éticamente controvertida

Desde el punto de vista teórico, la modificación genética podría aplicarse en cualquier enfermedad de causa genética, incluyendo algunos tipos de cáncer. Sin embargo, su aplicación no está libre de dudas éticas. Sus detractores afirman que además de requerir del uso de embriones humanos, podría abrir las puertas a la modificación genética con otros fines.

La legislación sobre esta técnica difiere notablemente entre países a fecha de hoy. Como ejemplo, el Reino Unido aprobó la investigación con ésta técnica en el marco de una investigación sobre la implantación de los embriones humanos.