La Gonadotropina Coriónica Humana es la hormona propia del embarazo encargada de mantener al cuerpo lúteo produciendo progesterona después de haberse logrado la concepción. Con el embarazo, los niveles de la hormona HCG podrían duplicarse cada dos o tres días. Sin embargo, a algunas mujeres se les debe inyectar dicha hormona a fin de provocar la ovulación o para poder extender la fase lútea de su ciclo menstrual.

La mayoría de las pruebas de embarazo caseras se basan precisamente en medir los niveles de esta hormona presentes en la orina. Sin embargo, a nivel profesional esta hormona se mide en sangre con una mayor sensibilidad, que permite incluso saber si la mujer está embarazada tan sólo diez después de la fecundación.

Esta hormona también es utilizada en tratamientos de fertilidad ya que su administración produce una activación de la ovulación siempre y cuando existan uno o más folículos ováricos maduros.
La hormona HCG también puede ser utilizada en el varón para tratar determinadas patologías tales como el hipogonadismo e infertilidad.

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