Fertilidad

La fertilidad es la posibilidad fisiológica de procrear de la mujer. La fertilidad ha sido desde los inicios de la humanidad objeto de culto, puesto que garantizaba la supervivencia del clan, la transmisión del poder y el mantenimiento de las estructuras sociales. La infertilidad, por el mismo motivo, ha sido percibida siempre como un grave problema.

Fertilidad de la mujer

Edad y fertilidad de la mujer están muy relacionadas. Se considera que la edad fértil de la mujer va de los 15 a los 40 años. Biológicamente, la mujer está preparada para tener hijos entre los 20 y los 30 años. A partir de esta edad se inicia el declive fisiológico de la fertilidad, mucho más marcado a partir de los 35 años, y aún mayor a partir de los 40.

El declive fisiológico de la mujer se caracteriza por la disminución de la reserva ovárica y la menor calidad de los óvulos debido al paso de los años. La mujer cuenta con toda su reserva ovárica desde el momento de su nacimiento. Es a partir de las primeras ovulaciones y de forma contínua, cuando grupos de óvulos empiezan su maduración y ovulación, generalmente de un óvulo cada mes.

Factores que pueden afectar a la fertilidad de la mujer

Además de la edad, existen otros factores que pueden afectar a la fertilidad de la mujer. Podemos diferenciarlos entre factores genéticos y ambientales.

En cuanto a los factores genéticos, es sabido que la historia reproductiva de la familia de la mujer tiene un efecto sobre su fertilidad. La edad de la menarquia (primera regla) o de la menopausia en la madre, el número de hijos y a la edad en que los tuvo pueden ser factores positivos en la fertilidad de una mujer.

Por otra parte, el estilo de vida también puede afectar a la fertilidad. Por ejemplo, un peso por encima o por debajo de lo saludable puede interferir en el sistema endocrinológico y alterar los ciclos hormonales. Un estilo de vida saludable, con ejercicio físico moderado y una dieta equilibrada favorecen el embarazo.

El consumo de sustancias como el alcohol o el tabaco pueden tener un efecto negativo en el momento de buscar el embarazo, especialmente si se produce un consumo importante. Otras sustancias como la cafeína también pueden ser negativas si se abusa de ellas (más de 5 tazas de café al día por ejemplo)

Algunos antecedentes o condiciones médicas. El síndrome de ovarios poliquísticos o la endometriosis son causas ginecológicas relacionadas con la dificultad para concebir. Los desórdenes de la glándula tiroides también pueden causar problemas en la ovulación. Algunas enfermedades de transmisión sexual como la clamídia pueden pasar desapercibidas, pero pueden dificultar la implantación del embrión en el útero.

Finalmente, es muy importante tener en cuenta los aspectos psicológicos. El estrés y la ansiedad dificultan el embarazo, en una situación que puede retroalimentarse si éste se retrasa y es muy deseado.

Períodos fértiles en la mujer

Los períodos fértiles o los días fértiles de la mujer han sido utilizados desde antiguo para influir en la reproducción humana. El conocimiento de dichos días fértiles es muy importante si quiere conseguirse el embarazo, ya que es en este tiempo cuando debe llevarse a cabo la fertilización del óvulo por parte de los espermatozoides. Aunque es difícil saber exactamente cuándo va a ocurrir la ovulación, muchas parejas que quieren tener un bebé planean las relaciones sexuales entre los días 11 y 14 del ciclo menstrual, que tiene un total de 28 días.

Un método para controlar los días fértiles consiste en anotar en un calendario los días en que aparece la menstruación. Este sistema suele ser efectivo si los ciclos menstruales son regulares. Se recomienda anotar el día en que aparece la menstruación durante tres o cuatro meses para valorar si siempre se produce tras el mismo período de tiempo. Por lo general, pasan 14 días desde el día que se ovula hasta el siguiente período menstrual. Por lo tanto, si se resta 14 al número total de días del ciclo puede calcularse el día aproximado en que se ovula.

Fertilidad en el hombre

La fertilidad masculina está habitualmente relacionada con la calidad del semen, principalmente el número y movilidad de los espermatozoides. Estos y otros valores se analizan en el seminograma.

Las causas de la infertilidad masculina pueden ser múltiples, y van desde problemas genéticos, episodios médicos anteriores o la exposición severa a tóxicos, por ejemplo. En muchos casos no se consigue determinar la causa exacta.

En los casos más severos, la infertilidad masculina es irreversible, pero en otras situaciones es posible mejorar la fertilidad en el hombre.

En general, es recomendable un estilo de vida saludable, con un peso controlado y una dieta variada. Por ejemplo, el sobrepeso se ha relacionado con una disminución en la calidad del semen. Por el contrario, la ingesta de frutas y verduras con poder antioxidante ha demostrado tener el efecto contrario.

Un elevado consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas también puede reducir la calidad seminal.

En el caso de dificultades para conseguir el embarazo, es recomendable acudir a un urólogo o andrólogo. Algunas causas de la infertilidad masculina como por ejemplo la existencia de varices en los testículos pueden ser identificadas en esta visita y su tratamiento puede mejorar notablemente la calidad seminal.

Sociedad Española de fertilidad

La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) es la asociación de profesionales relacionados con el estudio y el tratamiento de la infertilidad más importante de España. Reúne tanto a médicos especialistas en obstetricia y ginecología como a embriólogos, personal de enfermería y psicólogos. Actualmente es la responsable del funcionamiento del registro de actividad de las clínicas de reproducción asistida en España (Registro SEF).

El Congreso de la SEF se celebra de forma bianual en la sede elegida por votación de los socios. Entre las últimas ediciones se encuentran la de 2016 en Málaga, 2014 en Barcelona o 2012 en Granada.