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Los etarras Fernando García Jodrá y Nerea Bengoa Ziarsolo, integrantes del ‘comando Barcelona’ que asesinó al socialista Ernest Lluch, a dos concejales del PP, a un guardia urbano y que intentó matar hasta en ocho ocasiones al periodista Luis del Olmo, han recibido luz verde para someterse a un tratamiento de fecundación in vitro en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Los etarras que ya han recibido luz verde para someterse a este tratamiento de fertilidad formarán parte, sin distinción, del mismo saco en el que se encuentran 145 parejas cordobesas que esperan un tratamiento de fecundación in vitro en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

La petición del tratamiento de fertilidad de los dos ex miembros del ‘comando Barcelona’, en prisión desde 2001, surgió después de los intentos fallidos de concebir de forma natural en los ‘vis a vis’. Tras su solicitud a los servicios médicos de la prisión de Alcolea en Córdoba, los etarras fueron remitidos al hospital público del Servicio Andaluz de la Salud (SAS). Entonces, una vez realizadas las diferentes pruebas, se consideró viable la aplicación del proceso de fertilidad de acuerdo con lo que prevé la Ley de Reproducción Asistida.

Con la consecución de este derecho, los dos etarras tendrán la oportunidad de poder salir de vez en cuando de la cárcel además de ver cumplido su deseo de dar vida a un nuevo ser, justo lo que ya no tienen a su alcance sus víctimas, que ya no disfrutan de este mundo, ni sus familiares ni amigos de su presencia.

Cabe señalar que estos criminales, el 21 de noviembre del año 2000, asesinaron en el garaje de su vivienda a Ernest Lluch, ex ministro de Sanidad del gobierno socialista del presidente González, un hombre que siempre había apostado por el diálogo y que como respuesta fue acribillado a tiros.

Estos criminales, el 21 de septiembre del mismo año, acabaron con la existencia del concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sant Adriá del Besós en Barcelona, José Luis Ruiz Casado, de 42 años, que dejó mujer y dos hijos de doce y diez años. Son los mismos que acabaron el 14 de diciembre del año 2000 con la vida del Concejal del municipio de Viladecavalls en Barcelona, mediante la colocación de una bomba lapa en una furgoneta cuya explosión abrasó hasta la muerte al popular Francisco Cano Consuegra, una persona que se ganaba la vida como fontanero y que lo compaginaba como servidor público, como concejal en su pueblo, de 45 años de edad y que dejó una desolada mujer y dos hijos huérfanos de diecinueve y catorce años. Son aquellos que mataron también, el 20 de diciembre del año 2000, al guardia urbano de Barcelona, Juan Miguel Gervilla Valladolid, de 38 años y con dos hijos de trece y ocho años.

En su confesión ante la Guardia Civil, el García Jodrá dijo que el ‘comando Barcelona’ había intentado asesinar al periodista ocho veces entre los meses de junio y diciembre de 2000. Incluso reveló que Del Olmo se había convertido en un objetivo casi personal.

Por su parte, la vicepresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha asegurado que es increíble que a unos terroristas se les concedan estos beneficios. Además, la vicepresidenta ha calificado de ‘vergonzoso’ que el Hospital Reina Sofía acceda a conceder este tratamiento a los dos etarras mientras haya otra gente que necesite realmente esos recursos económicos.

Pedraza recordó que no es el primer caso de etarras que se someten a estos tratamientos de reproducción asistida sino que hubo otro caso, como el de Elena Beloki, antigua integrante del aparato político de ETA y compañera sentimental de Juan María Olano, ex dirigente de Gestoras pro Amnistía.