La citología vaginal o prueba de Papanicolaou consiste en el estudio microscópico de las células tomadas en la matriz o parte baja del cuello uterino con el objetivo de detectar afecciones cancerosas o precancerosas. La citología se realiza como parte de un examen ginecológico.

Es recomendable que la mujer se realice la primera citología en los tres años siguientes desde la primera relación sexual vaginal, o hacia la edad de 21 años. Después del primer examen es recomendable que la mujer se haga una citología vaginal cada dos años.

El médico puede aconsejar sólo una citología cada tres años a la mujer de más de 30 años, cuyas tres últimas citologías seguidas hayan sido negativas. Si la mujer o su pareja mantienen relaciones sexuales con otra persona, hay que realizarse nuevamente la citología.

La mujer suele dejarse de hacer citologías vaginales después de los 65 años, siempre y cuando se hayan obtenido tres resultados negativos en los exámenes realizados durante los últimos 10 años. En caso de volver a tener un nuevo compañero después de los 65 hay que realizarse nuevamente la citología.

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